Qué vas a hacer

El recorrido sigue el tradicional sendero hacia la Laguna Esmeralda. Una vez superada esta etapa, tomamos un camino que bordea el lado derecho de la laguna, avanzando a un paso lento y controlado debido a los árboles caídos y las antiguas castoreras inactivas que dificultan el paso. Al salir del límite de vegetación, a unos 650 metros sobre el nivel del mar, nos adentramos en un terreno montañoso con pendientes continuas, donde comienza el verdadero desafío físico. Nuestro guía nos orienta por el sendero más accesible y seguro.

A medida que avanzamos, nos enfrentamos a grandes bloques de roca inestables, hasta llegar a una terraza natural con vistas panorámicas de la Laguna Esmeralda y el cordón montañoso de Sorondo, donde se destacan el Monte Olivia y la montaña vecina, conocida como los "Cinco Hermanos". En este punto, es fundamental encontrar el mejor paso para ascender al glaciar.

Este tramo del recorrido es el más delicado, por lo que nuestro guía lleva siempre equipo de seguridad, como cuerdas y mosquetones, para garantizar una ascensión segura y cuidadosa.

De repente, nos encontramos ante la majestuosa extensión de hielo del glaciar, con las imponentes torres de Rhino vigilando el paisaje. Apreciaremos esta impresionante vista mientras descansamos con un sandwich y una sopa caliente para reponer fuerzas antes de iniciar el regreso. Aunque la aventura aún no ha concluido, comenzamos el descenso con cautela, siguiendo el mismo sendero que tomamos en la subida.