Opción ideal para quien cuenta con traslado propio. El dí...
Duración
8 hs
Salidas
Todos los días
Por adulto
Una de las estancias pioneras de la zona, con impactantes vistas dentro del Parque Nacional Los Glaciares.
El comienzo del día inicia en la estancia Nibepo Aike a las 10:00 hs, ubicada dentro del Parque Nacional Los Glaciares, a la margen del Lago Roca. El guía anfitrión les dará la bienvenida a la Estancia y los acompañará al quincho, donde se les invitará con una bebida caliente (té, café o mate) acompañados de pastelería casera. Una buena pausa para disfrutar de una magnífica vista de la Cordillera de los Andes.
Comienzo de la caminata para recorrer las instalaciones de una típica estancia patagónica que se dedicó antiguamente a la producción ovina y que hoy en día se ha transformado en la más prestigiosa cabaña de Hereford de estas latitudes y que mantiene además una majada de ovinos.
Luego de la caminata o cabalgata el grupo se encuentra en la puerta del galpón de esquila. Una oportunidad para conocer un galpón con todos sus competentes y comprender el trabajo de las comparsas de esquila. Se explicará el proceso desde la esquila del animal hasta el armado del fardo de lana, forma en la cual la lana es estivada y transportada. Como sistema se utilizará la tijera manual como se hacía antiguamente en todas las estancias hasta la aparición de la manija mecánica con peine cortante, sistema mucho más rápido y práctico.
En los corrales aledaños esperan los jinetes para hacer una demostración de "prueba de riendas" o según las actividades rurales del día se hará trabajo de hacienda. Estas actividades están sujetas a condiciones climáticas.
Regresando hacia el Quincho donde se está asando un cordero a la estaca, se pondrá énfasis sobre la historia del lugar y rememorar anécdotas e historias de los primeros pobladores. Una vez llegados al Quincho, el Asador ya tendrá el asado a punto para que los comensales se deleiten con un rico cordero patagónico mientras que disfrutan de la imponente vista de la Cordillera. Mientras tanto la vida en la estancia continúa y es frecuente ver pasar los gauchos a caballos arreando vacunos y/o ovinos y perderse en el horizonte.